Una tanza para pescar hirió gravemente a un lobo marino, pero pudo volver al mar
Luego de superar un proceso de rehabilitación de casi un mes en el centro de rescate de la Fundación Mundo Marino, pudieron regresar al mar a un lobo marino macho juvenil de la especie de Dos Pelos Sudamericano.
Una turista que suele vacacionar en San Clemente, se encontraba en la playa junto a su familia el fin de semana previo a la Navidad del 2024, cuando, mientras disfrutaban del mar divisaron, a lo lejos, un animal de color negro que se movía.
“Cuando nos acercamos más vimos que se trataba de un lobito y de que tenía una tanza alrededor del cuello que le había provocado una herida hasta alcanzar una de sus aletas. Y, aunque tenía esa herida, se lo veía animado. Busqué el teléfono en internet y decidí llamarlos para que lo vengan a ayudar”, explicó.
El lobo marino ingresó al centro de rescate el sábado 21 de diciembre del año pasado. Al arribar, se le practicó un análisis clínico general y se procedió a extraer el fragmento de tanza para pescar que tenía alrededor de su cuello. Luego se lo estabilizó con hidratación y se implementó un plan nutricional.
“Era una herida profunda que había llegado a cortar fragmentos de músculo. Abarcaba toda la circunferencia del cuello y llegaba también hasta la parte superior del hombro derecho. Si bien a nivel sanguíneo, sus glóbulos blancos eran normales, por la magnitud de la herida decidimos realizar un tratamiento sistémico con antibióticos. También le suministramos analgésicos para aliviar el dolor. Por último, le hicimos varias limpiezas en la herida y le aplicamos cremas con antibióticos para que actúen a nivel local”, explicó Juana Caferri, médica veterinaria de la Fundación Mundo Marino.
Transcurridas unas semanas de iniciado el tratamiento, se le tomó una segunda muestra de sangre que, afortunadamente, corroboró que los parámetros sanguíneos continuaron normales. Dado que su herida culminó satisfactoriamente el proceso de cicatrización y a que mostró una buena actitud tanto alimenticia como comportamental, el equipo de veterinarios de la Fundación Mundo Marino decidió darle el alta médico veterinaria para su regreso al mar.